Conocer la huella de carbono de un producto es un importantísimo paso que se debe dar de cara al consumo responsable por nuestra parte. Y es que la relación existente entre la producción de los gases de efecto invernadero y el calentamiento global es una certeza probada científicamente, que todos debemos tener en cuenta.
Sabiendo esto, las naciones, conscientes de su papel en el cambio medioambiental, han hecho pactos por el ambiente como el Acuerdo de París. A partir de este ha surgido el concepto de neutralidad en carbono. ¿Te parece complicado? No te preocupes: a continuación vamos a explicarte todo lo que necesitas saber con respecto a tus responsabilidades como consumidor con el medio ambiente.
En qué consiste el consumo responsable
Todas las facetas en las que se desenvuelve el ser humano tienen relación con el medio ambiente. Las 24 horas del día, los siete días de la semana, estamos emitiendo gases de efecto invernadero. Por ello es fundamental generar paliativos que contribuyan a disminuir la cantidad de gases que emitimos diariamente.
Es ahí donde entra el concepto de consumo responsable. Este básicamente se refiere a consumir productos y servicios que estén comprometidos a reducir su emisión de gases nocivos para el medio ambiente. Y este consumo responsable no solo es una tarea de las empresas: también es una labor de cada individuo en el ejercicio de su cotidianidad.
A partir del consumo responsable, por ejemplo, muchas empresas del sector oil & gas han replanteado sus modelos corporativos. Esto con la finalidad de darle cabida a nuevos productos y métodos de producción, que ayuden a reducir las emisiones nocivas. Pues bien: de igual manera, tú como individuo tienes un papel muy importante en el consumo responsable. Tu principal tarea es prestar atención a los alimentos que consumes, los productos que usas, los medios de transporte que utilizas y las fuentes de la energía que empleas a diario.
Cuando comprendes el impacto de cada uno de estos aspectos en la naturaleza, puedes generar estrategias para consumir productos menos nocivos. Para entenderlo mejor, te recomendamos acostumbrarte a medir la huella de carbono de los productos que utilizas diariamente.
¿Cómo puedes empezar a llevar una vida de consumo responsable?
Con herramientas como la calculadora de huella de carbono de alimentos de C-Neutral puedes medir tu impacto en el medio ambiente. Esta aplicación te va a ayudar a saber cuáles son los elementos que usas a diario con los que agravas el problema ambiental. Con estos conocimientos, solo tienes que reemplazar en la medida de lo posible esos productos o prácticas cotidianas por otros que generen menos impacto negativo. Fácil, ¿verdad?
Poco a poco puedes avanzar en tu labor de llevar una vida de neutralidad en tus emisiones de carbono. Lograrás reducción ostensible de tu consumo energético, y una disminución de los desechos contaminantes como consecuencia de tus actos. Y todo ello además de la reducción del consumo de alimentos producidos con malas prácticas medioambientales; para ello puedes determinar la huella de carbono de un producto con la calculadora de C-Neutral y compararlo con su competencia.
Es mucho lo que se puede hacer desde el hogar y desde las empresas para acercarnos a la neutralidad en la emisión de carbono. Una buena manera de comenzar es empleando energías renovables y limpias. Para ello puedes investigar sobre empresas en tu ciudad o región que estén comprometidas con las buenas prácticas en la producción energética. Luego puedes contratar tus servicios con ellas.
Privilegia las organizaciones que tengan procesos de producción de hidrógeno verde, energías limpias y renovables, e iniciativas de reducción de plásticos de un solo uso. Comprueba también que lleven a cabo proyectos de reducción de la huella en las fuentes hídricas aledañas, y que tomen en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas en materia de sostenibilidad.
Como consumidores responsables debemos favorecer a empresas que implementen proyectos de energía eólica, termosolar y basados en biocombustibles. Asimismo, es importante que consumamos alimentos en cuya producción primen las buenas prácticas agroindustriales.
La conciencia como base del consumo responsable
Los cambios que requiere nuestro planeta solo pueden ser llevados a cabo por consumidores concienciados y comprometidos. Es muy importante tener en cuenta el componente social de este tipo de iniciativas. No basta con cambiar tus prácticas cotidianas: la socialización de estas iniciativas es fundamental.
Vale la pena que te preguntes «¿qué estoy haciendo para mejorar mi relación con mi entorno ecológico?», o «¿de qué manera contribuyo a que mi comunidad se conciencie sobre el papel de cada uno para dejar un mejor mundo a nuestros hijos?». Este tipo de interrogantes es a lo que nos referimos con conciencia de consumo. Si te contestas estas preguntas con honestidad, te darás cuenta de que tienes mucho por mejorar.
¡Pero nunca es tarde para empezar a hacer las cosas bien! Lo importante es que cuando adquieras conciencia de la huella de carbono de cada producto que compras, puedas hacer la transición de manera orgánica hacia el consumo responsable.